Es asombroso observar cómo tras dos mil años la impresionante ingeniería romana aún permanece como un símbolo del imperio más grande de la humanidad. Aún es más impresionante ver como sus vías se mantienen intactas mientras que algunas carreteras modernas ya lucen desgastadas e inseguras en pocos meses. Una de estas impresionantes vías es la Ruta de La Plata, un mágico recorrido por la Hispania romana.
Una de las mejores formas de conocer esta mítica carretera que atraviesa la península ibérica de forma longitudinal de norte a sur. Iniciando en Sevilla, la ruta se extiende hasta Gijón pasando por lo más hermoso de la geografía española. Iniciando este camino desde Cádiz, podemos incorporarnos a la legendaria vía romana de la plata y dejarnos envolver por un recorrido memorable. Una ruta que atraviesa más de 1000 kilómetros por cuatro comunidades y decenas de pueblos trepidantes y llenos de historia.
Su nombre se ha derivado de una mala interpretación del árabe en los tiempos de la conquista musulmana, quienes heredaron el camino romano. Los conquistadores denominaron a este camino como Al-Balat o camino empedrado, lo que fue traducido de manera errónea. Sin embargo, la confusión etimológica no resta ni un ápice a su majestuosidad o a la belleza de un recorrido increíble. Este camino es mucho más enigmático e interesante sobre dos ruedas y con el susurro de nuestros motores.
De Sevilla a Gijón: La vía del granero de Roma
Los romanos establecieron en lo que hoy es Andalucía todo un sistema de cultivos que proveía a la metrópoli. En las llanuras andaluzas se cultivaban cereales, frutos y verduras que alimentaban a las legiones en su conquista del mundo. Todos estos productos partían de Sevilla y se embarcaban en los puertos cantábricos para el suministro de las zonas norteñas del imperio. Este camino fue clave en la conquista de la península en tiempos de la reconquista católica.
El recorrido en moto de la Vía de la Plata inicia en la N-630, una peculiar carretera que discurre en paralelo a la autovía A-66, haciendo una ruta memorable. Atravesando la vía podemos ser testigos de los cambios geográficos de la península desde las fértiles llanuras andaluzas hasta la fría Cordillera del Cantábrico. En el medio, podemos disfrutar de la magia del paisaje castellano y toda la belleza de los pueblos de las 4 comunidades que atraviesa. Esta ruta tiene hitos maravillosos que se describe así:
Cádiz- Mérida
Iniciando la ruta en Cádiz debemos enfilar nuestras ruedas hacia Sevilla, un recorrido corto pero que atraviesa uno de los parajes más fértiles de Andalucía. Una vez en la capital hispalense, podemos tomarnos un descanso y recorrer el casco histórico de una ciudad que nunca deja de sorprendernos.
De Sevilla a Mérida, podemos pasar por la frontera extremeña y dejarnos hipnotizar por el olor de las encinas y la tierra madre del cerdo ibérico. Al llegar a Mérida, no podemos obviar una visita al anfiteatro o a toda la herencia histórica de esta hermosa ciudad.
Mérida- Cáceres
La parte extremeña de la Ruta de la Plata es un deleite gastronómico, los aromas de los paradores y sus restaurantes nos tentará durante toda la ruta. Detener el camino para degustar lo mejor del cerdo ibérico es una parada que seguro llenará mucho más que nuestro paladar.
Cáceres es una ciudad repleta de atractivos y donde podemos descubrir la herencia romana, así como vivir una experiencia prehistórica sin igual. No debes perderte un recorrido por Los Barruecos, un pequeño desvío de 15 kilómetros por uno de los paisajes naturales más bellos de España.
Cáceres- Zamora
La meseta castellana y toda la hermosa geografía de Castilla y León se abren a nuestros horizontes con los paisajes más hermosos del centro-oeste español. No podemos dejar de parar en Astorga, Salamanca, Béjar y por supuesto en Zamora, un museo a cielo abierto de nuestra historia medieval.
Zamora-Gijón
El último tramo de la Ruta de la Plata inicia en León, una ciudad legendaria y llena de un legado histórico inmortal. Llegar a Ribera de Arriba nos lleva a uno de los tramos originales de la antigua vía romana en Picullanza. De ahí pasaremos por el Parque Natural de Foces de El Pinto y la belleza de la ciudad de Aller. Pasando por Llanera y sus monumentos romanos nos enfilamos hacia la ciudad asturiana de Gijón, última parada de la Ruta de la Plata. Gijón es una ciudad moderna, llena de vida pero con un acervo histórico que vale la pena recorrer.
En este gran recorrido de más de 1000 kilómetros por la geografía española, pasaremos por extremos climáticos que pondrán a prueba la capacidad de nuestra moto. Antes de iniciar esta ruta debemos comprobar en nuestro taller Triumph de confianza que todo marche sobre ruedas. La seguridad y el rendimiento de nuestra moto es fundamental en todos los recorridos que planifiquemos.